• David de Dios
  • Jesús Martínez
  • Ana Sobrino
  • Juanjo Argos

Esta entrada está encaminada a revisar la punta de la torca donde la vez anterior llegó solamente Iván  y las posibles ventanas del último P50. De esta manera opinaremos más gente para tomar una decisión al respecto, pues de seguir trabajando en ella la desobstrucción que nos espera se antoja un tanto larga y costosa, pero la verdad es que esa corriente de aire nos hace mirarnos una y otra vez entre nosotros y hacernos la misma pregunta, ¿Pero? ¿Vamos a dejar esto aquí?

Entramos pronto y con el material justo para reinstalar el último pozo, los tortuosos pasos se van sucediendo uno detrás de otro y en aproximadamente una hora ya nos encontramos los tres en la cabecera del P50, comienza David con la instalación y le seguimos observando si se nos ofrecía alguna otra posibilidad.

Al llegar a la base del mismo no podíamos creer el ruido y la cantidad de aire que salía por esa especie de meandro dibujado en el suelo  por el que tan solo nos cabe la mano en el mejor de los casos. El aire llega a mover la cuerda que acabamos de instalar y que se encuentra a unos tres metros de nosotros, incluso en ocasiones nos quedamos callados durante un buen rato para poder escuchar atentamente, llegamos a pensar que podía tratarse de agua y que podía haber un rio del otro lado o ¡una cascada! Inevitablemente nos estábamos viniendo arriba por momentos así que decidimos ir saliendo poco a poco, revisar las ventanas pendientes y topografiar hasta el punto donde se dejo la anterior entrada.

Logramos salir antes de que Ana que llegaba de trabajar e iba a unirse con nosotros empezase a descender la torca. De esta manera, pronto por la tarde y con una sensación de no saber cuál es la decisión más acertada  acabamos la jornada. Hora solo toca tomar una determinación.