Pirineo Aragones 07-14Pirineo Aragones2 07-14

El domingo 6 de julio quedamos a mediodía tres trasmeranos para dirigirnos a la zona del Parque Nacional de Monte Perdido y Ordesa. Nuestra intención: travesía de dos días conociendo aquel maravilloso lugar.

Como partimos con bastante tiempo, decidimos descansar durante el viaje cerca del embalse de Yesa (Navarra) y hacer una visita cultural al Castillo de Javier. Al final de la tarde, llegamos a Torla, pueblo más cercano a la Pradera de Ordesa, donde es obligatorio dejar el coche en la temporada estival. Esa noche dio para una pequeña visita por el pueblo y una cena dentro del coche con la meteorología como tema principal debido a la inestabilidad que presentaba.

A la mañana siguiente y con las mochilas preparadas, cogimos el autobús que recorre los 8 km. que separan el pueblo y el parking de la Pradera de Ordesa. Las lluvias anunciadas parecía que se habían anticipado y, aunque nublado, se planteaba un día ideal para el trekking. Iniciamos la marcha atravesando un hayedo y un abetal preciosos que nos llevaría directamente a las clavijas de Cotatuero, lugar de paso más directo para acometer la Brecha de Rolando y el Taillón, meta principal para ese día. Así, a lo largo de la mañana salvamos un gran desnivel y disfrutamos un montón de las preciosas vistas que nos ofrecían las fajas Gallinero y Racón.

Aprovechamos las primeras lluvias serias para descansar y reponer fuerzas en un abrigo-vivac que encontramos cuando ya solo quedaba una hora de recorrido para alcanzar la brecha. Sin embargo, los claros empezaban a escasear y se sustituyeron por lluvias/granizo y niebla. Intentamos avanzar pero los hitos cada vez eran más difíciles de seguir. Ante esta situación, los tres decidimos desistir de nuestro objetivo y acudir al Refugio de Goriz lugar donde pasaríamos la noche.

Segundo día, 6:00 a.m. todos en pie y a desayunar bien pronto para poner rumbo al objetivo principal de la travesía, la cima del Monte Perdido. A las 7:30 iniciamos la marcha con algún que otro grupo igual de madrugador. Atravesando diferentes neveros con extrema precaución, llegamos a las 9:15 al Lago Helado, desde donde se acomete la subida final por la famosa escupidera. Las rachas de viento y la nieve tan dura nos hacen dudar y optamos por reponer fuerzas junto con otro grupo de dos montañeros que tampoco lo ven claro con ese viento. Una vez decididos, Jonathan y Eduardo comienzan la última ascensión crampones y piolet en mano, mientras que Erick toma la decisión de regresar al refugio para esperarles. El progreso es mucho más sencillo de lo que parecía en primera instancia, máxime teniendo presente las nociones de autodetección y progreso en nieve que habían recibido en el curso de iniciación a la montaña que realiza el club a comienzos de cada año. Finalmente, los dos compañeros consiguen hacer cima en el Monte Perdido (3.352 m.).

El descenso al refugio fue bastante cómodo. Allí, siendo la hora exacta de comer, caímos en la tentación que nos ofrecía un cartel de huevos con jamón. Ya con el estómago lleno, completamos el descenso por la vía más común del Parque Nacional de Ordesa, atravesando para ello las clavijas de Cola de Caballo y todo el imponente Cañón de Ordesa. A las 7 nos subimos en el autobús para regresar a Torla a dormir de nuevo en nuestros “cómodos” coches.

Como sorpresa extra, el coche de Jonathan decidió darnos un susto y no arrancar de ninguna manera (siempre ocurre algo con su coche). Al final, con unas pinzas conseguimos resucitar la batería para que pudiera regresar al trabajo a la mañana siguiente. Los otros dos, aún tenían por delante varios días de actividades en el Valle de Tena.

FOTOS DE LA ACTIVIDAD