Galeria VallinaEn Semana Santa, como cada año, miembros del club comparten experiencias y convivencia con otros compañeros de Castellón, en algo que se ha convertido ya en tradición. De nuevo las Casucas del Asón nos dieron cobijo y de nuevo las lluvias estropearon un poco los planes que se tenían, dejando para una mejor ocasión el clásico que anulamos por el mismo motivo cada Semana Santa: Mazo Chico-Calaca.

En esta ocasión participaron de las tierras Castellonenses Berna, Noe, y Txema, aunque también compartimos algún momento en cavidad con Pascual y en las casas con Vicky. Por nuestra parte participaron, Juanjo A., Ana S., Ivan E., Chus M., David D., Marcos V., Eva C., y en algunas de las actividades se sumaron Manoplas, Pixi, Alberto A., Sergy, Shere, y Maje.

La jornada del Jueves Santo, que estábamos todos los Cántabros junto con Txema y Pascual, la dedicamos un grupo a seguir trabajos de exploración en la Torca de los Primos y otro grupo a localizar e instalar en fijo Torca La Sima en el Sistema del Gándara para poder hacer la integral todos juntos al día siguiente.

En la jornada del Viernes (llegados ya Berna y Noe) juntamos un grupo numeroso y sin madrugar mucho hicimos la integral Torca La Sima – La Gándara. Destacar de este recorrido el pozo de entrada -155 de bella factura. Mientras la mayoría del grupo continuo la integral, parte de él subió desinstalando y recogiendo.

Ya el Sábado, y debido a que el agua no daba tregua, se decidió hacer algo facilito y cerca del coche, por lo que se opto a realizar la travesía Vallina – Nospotentra y reconocer las galerías hasta el río Rioja. Se cumplieron los objetivos destacando las sorprendentes galerías que visitamos sobretodo la Avinguda de la Sorra (Galería de la Arena) en la imagen que acompaña el artículo.

El domingo que tocaba jornada de descanso-gastronómica se aprovecho a limpiar el material y los equipos en el río y a recoger la casa y cuando todo estaba dispuesto para sentarnos en la mesa, se convirtió en jornada un poco caos por un aviso de rescate en Cueto-Coventosa. Al final pudimos comer (algunos mas tranquilos que otros) y ayudar en el aviso que resultó ser un retraso por motivo de la subida del nivel del agua en el sistema. Todo salio bien y no hubo nada que lamentar. Todo esto forzó a quedarnos a cenar donde Margari y finalizar así este puente espeleológico con un plato de patatas, con huevos y jamón.

Como siempre un placer estas jornadas sobretodo por la compañía.