Diario de Exploración

Exploración_23-4-22. Torca del Corzo

    Después de mucho tiempo sin explorar, y coincidiendo que libraba el fin de semana, me anime a preguntar en el grupo si había algún plan.

En buena hora…Según me contaron había que topografiar los nuevos e interesantes hallazgos del Corzo, hechos en semanas anteriores pero aun a falta de hacer topo.Confieso que he prometido a mi mismo en varias ocasiones no volver a bajar ahí, pero por algún motivo siempre acabo volviendo. Es una de esas torcas en las que se sufre, pero a las que se acaba por coger cariño. O quizá sea síndrome de Estocolmo… El caso es que pensé “¿por que no?” y quedamos Pixi, Josemi y un servidor, como es habitual en la Garma de Bucebrón, a las 8 y media de la mañana. Daban lluvia ese día. Al parecer bastante. Sin embargo, cuando llegamos a La Garma, lucía el sol, y nada en el cielo parecía indicar que fuera a llover. “Se habrán vuelto a equivocar los del tiempo” pensamos.Tras dar los avisos pertinentes y pertrecharnos adecuadamente, nos dirigimos a la boca, en la cual espantamos a un corzo (¿o era un rebeco?), y comenzamos el ritual de descender al abismo mediante un sinfín de pozos y estrecheces.

      Durante la bajada, pude apreciar las muchas horas invertidas por manos expertas en labores de reinstalación y desobstrucción, que hacen que la torca ahora sea un poquito mas llevadera.Los nuevos anclajes, de acero inoxidable y grueso calibre, dan una gran sensación de seguridad en comparación con las chapas y mallones oxidados que había anteriormente. Las zonas equipadas con peldaños, me parecieron todo un lujo. Los estrecheces ensanchadas fueron la guinda del pastel.

     Al llegar al ultimo pozo, observamos que el cordino de dyneema del último anclaje estaba bastante dañado, así que decidimos eliminar ese anclaje, buscar una posición mejor, que evitara la caída de agua (gran acierto), e instalar un nuevo anclaje con anilla inox. Josemi lo hizo en un instante y continuamos rumbo a la punta de exploración.

     La jornada de topo se desarrollo de forma fluida, con buenos resultados. Comenzamos en la Sala Gaudí, desde al cual accedimos a la  estrechez de la galería de la electricidad, continuamos por el pozo del lirón, y el pozo de las setas, hasta llegar a la galería de los forajidos y acabamos en la gran sala Kiko, dejando numerosas incógnitas  y bellas formaciones a nuestro paso.

 

E un par de ocasiones tuvimos que repetir algunas de las mediciones, ya que aunque los puntos estaban tomados, no eramos capaces de verlos en el alzado de Topodroid. Por precaución, decidimos repetir esas zonas antes de marcharnos.

 

En total unos cuantos centenares de metros (420 en concreto) de pozos, salas y galerías se sumaron a la topo del Corzo. 48 nuevos puntos de topo y unas 1000 mediciones radiales fueron realizadas en las 4 o 5 horas que duró nuestra labor.

 

Felices y satisfechos con el trabajo realizado, decidimos emprender el camino de regreso en torno a las 16:00. Pronto comenzamos a observar que brotaba agua de lugares en los que no la había a nuestra entrada. Había goteos en lugares antes secos, y chorros de agua caían con intensidad en algunas partes del camino que antes solo tenían un ligero goteo. Dedujimos que al final, si que se había puesto a llover. Lo comprobaríamos un poco mas adelante.Los pozos de bajada, antes secos, ahora estaban en carga. Libramos la ducha del primer pozo gracias a haber cambiado la instalación de la que bajábamos… pero no fue así con los siguientes. Tuvimos que subir en varias ocasiones por caídas de agua, en algunos casos goteos, luego duchas abundantes, y en finalmente, autenticas cascadas de agua, bastante fría por cierto, que nos caía encima sin piedad. Enseguida acabamos completamente empapados, con nuestros trajes, botas y sacas a rebosar de agua. La subida tranquila con varias paradas que habíamos planeado, se convirtió en una carrera sin pausa hacia el exterior. Es en esos momentos cuando piensas : “quien me mandaría a mi meterme aquí” “con lo bien que podría estar yo ahora en el sofá de casa, tomándome un te y viendo una peli” “Si salgo no vuelvo aquí ni loco”…

     Hacia las 20:00 por fin estábamos todos fuera. Paradójicamente, en la calle ya no llovía. No teníamos que correr hacia el coche. Aún era de día. “Es la primera vez que salgo del Corzo de día” pensé. Y además ¡sin barro!. Estábamos completamente empapados, pero limpios, tras la gran ducha que nos habíamos pegado subiendo. Hay que saber ver el lado bueno de las cosas...

    Al final, tras cambiarnos y comer un poco, y ya entrando en calor de nuevo, poco a poco volvíamos a sonreír.

    Todos sabemos que tarde o temprano, volveremos.

    Participantes Pixi, Josemi y Victor

 

 

GBT-531 (Sima del Corzo) 5.03.22

GBT-531 (Sima del Corzo) 5.03.22
 
 
 
    Esta vez decidimos bajar por la zona de la electricidad, pero en lugar de ir a la zona de
MarcÓmicron, como teníamos material de instalación recuperado de Bucebrón, decidimos ir a inspeccionar por la parte del pozo del Lirón, pues en una entrada anterior, Josito y Pixi habían continuado el pozo descubierto hace años. Después de bajarlo hasta una grieta repleta de formaciones tipo setas, se accede a una rampa en el cual se haya un pozo que comunica con Gargantúa, pero no lo quisimos bajar, aquí dejamos a la vuelta el material que nos sobró. Seguido, a través de un pasamanos precario previamente instalado, se accede por unas gateras y un pequeño agujero a una larga y ancha galería en pendiente ascendente, la Galería de los Forajidos. Al final de la galería, nos dimos cuenta que estaba colapsada por un gran caos de bloques semicalcificados. Ahí fue donde centramos los trabajos, en lograr encontrar un paso pues había corriente de aire y la luz se perdía al intentar enfocar al techo a través de los pequeños agujeros.
       Sabíamos que ahí debía haber algo grande y… Eureka!! después de dos desobstrucciones conseguimos pasar y allá estaba “la Gran Sala Kiko”, enorme, grandiosa, llena de ventanas y pozos para continuar explorando hacia una posible nueva zona. Una vez recorrida la sala, decidimos comenzar la vuelta al exterior, dejando para la próxima entrada topografiar lo descubierto y mirar las incógnitas que nos tiene preparadas la Gran Sala Kiko.
 
 Material (en pozo acceso a Gargantúa):
  • 20 mallones
  • 20 chapas
  • 6 anillas
  • 3 chapas con mallón y multi
  • cuerda 40 m
Participantes:
  • Pixi
  • Josito
  • Toño
  • Vero
  • Peseta
 

GBT-531 (Sima del Corzo) 12.2.22

GBT-531 (Sima del Corzo) 12.2.22
 
Participantes:
  • Pixi
  • Marcos
  • Josito
  • Vero
  • Peseta
 
     Quedamos temprano en la garma para poder aprovechar bien la jornada. Una vez dados los saludos pertinentes, preparamos equipo, subimos a la torca y a las 9:30... para dentro!!
   Decidimos bajar hasta la zona de la galería de la electricidad para continuar unos trabajos de desobstrucción que habían quedado pendientes la vez anterior.
    Este paso todavía sin topografiar de galería y pozo lo bautizamos como MarcÓmicron. En este punto, nos dividimos en 2 equipos, mientras Josito, Pixi y Peseta iban de avanzadilla, Marcos y Vero les seguían de cerca topografiando.
    Continuamos hasta el punto de desobstrucción y tras un arduo esfuerzo conseguimos traspasar al pozo de la Arenuska, que en su mitad mas o menos se encontró una sala circular con muchas formaciones. Instalada esta parte, bajamos hasta alcanzar La balconera del Chipirón. De ahí, surgieron dos ventanas unidas por una pequeña galería, las cuales acceden a un pozo colapsado de bloques de unos 25 metros. Tras un pasamos en la ventana mas grande, se instaló una cabecera para acceder a su base. Se inspeccionaron un par de gateras que por su estrechez se abandonaron, así como una escalada a una ventana en la que se apreciaba una pequeña galería sin continuación. El pasamanos se dejó instalado para mirar otra ventana que quedó pendiente y en la balconera del Chipirón se dejaron 4 chapas, 3 mosquetones sin seguro y un multi. En el camino de vuelta, se contempló la posibilidad de aplanar y hacer taludes, con piedras y arena fina y seca, que por suerte hay mucha, para construir un vivac en la sala Gaudí, con capacidad para 10-12 personas.
     Ya terminada la jornada comenzamos con la dura subida de regreso. Sin prisa, pero sin pausa y algún que otro atasco (puto corzo! no regala nada…), conseguimos estar todos fuera a las 20:00.
 

MEANDRO EN EL POZO DE LOS INMUNES

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pixi)

GBT-624 TORCA DE LOS HUMOS

A las 09:30 llegamos al parking de Tonio, hace 4 grados, pero como no hay viento se aguanta bien la temperatura. Repartimos el material y comenzamos la aproximación.

A las 11:00 entramos por la boca de la torca con una bocanada de aire caliente que nos recibe, y cuando llegamos al Paso de Koli sopla muchísimo, ponemos un cordino en vertical y lo zarandea para todos lados.

La cueva está bastante seca, sorpresa grata para nosotros que no vamos a estar el día a remojo como teníamos en mente. A las 11:45 estamos en el Pozo de la Cuarentena, aquí paramos a picar algo y a decidir los trabajos de hoy. Nos decantamos por bajar al Pozo de los Inmunes, una vez recogemos las mochilas continuamos el descenso y a las 12:10 llegamos al pozo.

Mientras preparamos el taladro y los anclajes encontramos otro meandro de suelo plano. Usando un anclaje del pasamanos de acceso al Pozo los Inmunes, montamos otro pasamanos escalando entre bloques para alcanzar el nivel del meandro el cual es transitable en ambas direcciones.

Comenzamos por el que aparentemente resulta más sencillo, haciendo un paso en oposición logramos salvar el desfonde que nos separa. Una vez al otro lado a los pocos metros llegamos a una pequeña trepada que se abre en una ventana a un enorme pozo paralelo independiente de dónde venimos. Tiramos piedras para testar la altura y más o menos tiene unos 45 metros. Desde el punto que nos encontramos se aprecian varias ventanas que se alcanzan con pequeñas escaladas. Como no tenemos suficiente material, decidimos dejarlo para otro día.

Volvemos tras nuestros pasos para mirar el otro lado del meandro, una vez en el pasamanos que usamos como punto de partida del día de hoy, seguimos por el meandro haciendo pequeñas trepadas hasta llegar al techo.

Una vez en el techo, se vuelve muy estrecho para continuar por él, pero conseguir llegar hasta aquí nos viene genial, porque así podemos rapelar hasta los bloques que vimos la última vez que bajamos a esta zona, parecía haber una ventana en esos bloques.

Al llegar a los bloques, son enormes y forman un falso suelo, están suspendidos en medio del pozo a 25 metros del suelo. Entre los bloques aparecen dos pozos que aparentemente son diferentes de lo de abajo.

Nos quedamos sin cuerda por lo que decidimos dejarlo para el siguiente fin de semana. Comenzamos el ascenso, parando a comer en el Meandro Curso Avanzado, una zona seca y cómoda.

A las 16:00 comenzamos el ascenso. De la que subimos paramos a revisar la escalada que se hizo en el Pozo de la Luz, y sale otro pozo nuevo de unos 20 metros. Una vez revisado que es posible continuar, volvemos a la línea de cuerdas y continuamos el ascenso hasta la salida.

A las 18;30 estamos fuera.

Zulo Inmunes : 4 cintas.

 

PEQUEÑA ESCALADA EN LAS SIERRAS

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Rebeca Serrano
  • Víctor Pérez

CUEVA CAYUELA

Quedamos en el parking de Cayuela a las 11:30, amenaza con ponerse a llover, nos cambiamos rápido y comenzamos la aproximación a la cueva.

Al llegar a la entrada casi no se aprecia corriente de aire, nos ponemos los arneses, comemos algo y emprendemos el camino. En una hora llegamos al vivac, lugar donde se encuentra una de las escaladas que teníamos previsto realizar. Revisamos el área y observamos que habían hecho una trepada por un conducto paralelo a la galería que pretendemos acceder, pero la galería no se ven pisadas y decidimos ponernos manos a la obra.

Subimos trepando por unas plataformas unos 15 metros, aquí montamos una cabecera y comenzamos un largo pasamanos de unos 30 metros de largo y usamos 11 anclajes.

Una vez llegamos a la galería, no vemos ni una sola huella, pero la alegría no duró mucho, a los 10 metros se desfonda nuevamente en la galería principal. El tramo se trata de una pequeña galería que cortocircuita la Galería de la Pista de Patinaje (Patinoire) con la Galería de las Sierras, evitando el paso entre bloques que une ambas. Revisamos la planta exhaustivamente y no se aprecia posibilidad de continuar por ningún sitio, nada más que trepando por donde hemos accedido a ella.

Al hacer la escalada, un tanto expuesta, todo patinaba en exceso, llegamos a un conducto, donde nuevamente vemos pisadas, es el mismo conducto pisado que vimos más abajo, es por donde quienes subieron anteriormente accedieron hasta este punto, desde aquí el conducto sigue ascendiendo, a los metros desistieron los primeros que entraron y nosotros también. El conducto continúa otros 20 metros o más con la misma inclinación y da la sensación de haber un espacio grande. Habra que comprobarlo en otra ocasión.

Bajamos por el conducto para verificar nuestra sospecha y se confirma, ellos acceden por aquí.

Una vez abajo desmontamos el pasamanos, recogemos los bártulos y comenzamos el camino hacia la salida.

A las 19:00 estamos en los coches cambiándonos.

 

A LA TORCA EN CARGA

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pix)

GBT-624 TORCA DE LOS HUMOS

Con el ansia a flor de piel después del confinamiento no nos quitaría las ganas de bajar a punta la borrasca que está atravesando la cornisa cantábrica.

Quedamos temprano a las 08:30 en el parking de Tonio, nos decidimos a subir el coche hasta arriba, y aparcamos a 40 metros de la boca, ya que no para caer agua, con rachas de viento fuertes.

A las 09:30 entramos por la boca (por la entrada cae un río jejeje), la cueva esta en carga. Hoy toca un día a remojo, disfrutaremos del espectáculo de ver las cascadas por los pozos, como rebota el agua en sus paredes formando goteos que cubren los pozos. Maravilloso.

El río que entra por la boca se filtra por los bloques de la primera sala y cae al Pozo del Péndulo, en su base, en el Paso de Koli, hay una autentica ciclo-génesis, entre las bocanadas de aire que salen de la estrechez y la cascada que te viene de encima, con lo cual terminas mojados hasta los huesos y con las katiuskas medio llenas de agua.

En el Pozo de las Caracolas y el del Anfiteatro que modificamos las líneas de rápel ya no te mojas, pero al llegar al teatro otra vez te viene todo el agua encima.

El Coronavirus nunca le vimos con tanta agua, da gusto oír correr el agua, la cueva está viva.

Al llegar a la cuarentena el agua nos da un respiro, y nos deja bajar unos cuantos metros sin mojarnos, pero no vamos a librarnos de ella aun. En la escalada para pasar del Estado de Alarma al Pozo Toque de Queda pasas por debajo de una cascada, es como si treparías por un barranco pero de noche.

Cuando llegamos a la punta de exploración nos ponemos manos a la obra con la fuerte desobstrucción, en una hora lo tenemos finiquitado, montamos la cabecera y comenzamos el descenso de un pozo de unos 22 metros. En su base se abre un meandro bastante considerable, de una media de 1 metro de ancho por 3 de alto. Seguimos progresando por el meandro y a los pocos metros nos encontramos con un pozo de dos metros, seguido de otro de 7.

En su base hay una marmita y una cascada muy chulas, y a los pocos metros encontramos otro pozo de unos 20. No tenemos más cuerda, y como es pronto decidimos subir a desmontar la cuerda de la escalada y pasar por debajo de la cascada que cae de lo alto del pozo del toque de queda dos veces: una de ida y otra de vuelta con la cuerda. Instalamos el nuevo pozo y en su base avanzamos unos diez metros hasta que nos damos nuevamente con otra estrechez. Es un meandro fósil repleto de algodón, las paredes tienen una capa de 10 cm de algodón. El agua que venimos siguiendo se va por un desagüe enano de 30 cm de diámetro. A las 16:00 paramos de explorar y comenzamos el ascenso, sentándonos a comer donde realizamos la desobstrucción, ya que habíamos dejado allí parte de los equipos.

Después de comer miramos el pozo donde notamos la corriente de aire la anterior vez, y hoy el aire le expulsa, como era de prever. La anterior entrada pensábamos que este pozo y por donde bajamos hoy, estaban unidos, pero al revisar el que exploramos no vimos ninguna ventana, por lo que toman diferentes rumbos.

Después de enredar un poco más y preparar las mochilas nos vamos a instalar la cuerda que habíamos quitado para continuar explorando, eso sí, pasando otra vez bajo la cascada.

A las 17:45 comenzamos el ascenso desde el estado de alarma y a las 20:00 estábamos en la boca.

¡Que bien el coche está a 40 metros!, porque hacia un viento que te helaba.

Material zulo: 5 chapas, 2 anillos, 3 anillas de 10 mm, 10 multis.

 

POZO TOQUE DE QUEDA

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pixi)

Sobre las 09:00 llegamos al parking de Tonio, hace viento Sur y la temperatura es alta, rondara los 16 grados, eso quiere decir que viene un día de calorazo.

A las 09:45 entramos a la cueva y a las 11:30 llegamos a la base del Estado de alarma, nada más llegar nos ponemos manos a la obra y comenzamos la escalada.

La escalada tendrá unos 7 metros y resulta muy fácil de hacer, porque subes por una chimenea, en 5 anclajes alcanzamos el alto de la escalada, llegamos a una superficie plana donde hay otros 2 resaltes de 2 metros cada uno.

En lo alto de estos resaltes podemos acceder por fin al otro pozo paralelo al Estado de Alarma. ¡Es enorme!, tendrá unos 50 metros de altura y un diámetro en la parte alta de 30 metros, en la parte baja de unos 10 metros, tiene la forma de embudo.

Montamos un pasamanos de acceso a la cabecera, limpiamos las piedras y comenzamos a rapelar, en un fraccionamiento tocamos el suelo. Lo bautizamos como pozo del Toque de Queda.

La base del pozo esta colmatada de bloques, por donde el agua que gotea del pozo se filtra. En uno de los laterales hay un meandro desfondado y en el otro lado hay una secesión de pozos un poco estrechos, que necesitarían desobstruir para poder pasar. Esta ventana tiene una corriente de aire inspirante, es la única zona donde notamos el aire ir hacia abajo desde la Cuarentena, que ahí perdíamos el rastro siempre que bajábamos.

Decidimos centrar los trabajos en el meandro desfondado. Éste da acceso a un pozo de unos 20 metros (Pozo de la Pandemia), donde en su base nace un pequeño regato que sale de un agujero en la pared y se mete por un meandro de suelo plano durante unos 15 metros de longitud, luego parece que hay un pequeño resalte, la próxima semana lo sabremos.

La ventana que inspira aire está en la misma dirección del meandro, parece que en algún sitio se van a unir.

Limpiamos la cabecera lo mejor que podemos, pero hay demasiado barro y necesita desobstrucción. Decidimos parar a comer y dejar bien instalada la cabecera de la escalada para esquivar el agua que gotea en los días de lluvia. Montamos un pasamanos de 3 anclajes y la cabecera y en un fraccionamiento tocamos la base del Estado de Alarma.

A las 16:00 comenzamos el ascenso y a las 17:30 estamos en la calle.

En el zulo del Estado de alarma quedan 6 chapas y 15 multimontis.

Zulo Ciclogenesis cuerda de 20 metros y 4 chapas.

 

ACONDICIONANDO LA ENTRADA AL POZO DEL PÉNDULO

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pixi)
  • Marcos Valle

Los confinamientos qué se han impuesto han impedido la asistencia de los extracomunitarios, los cuáles se han quedado con las ganas de venir a entorcarse. Hoy solo estamos tres en el parking de Tonio. Después de los saludos y preparar el material nos encaminamos hacia la torca. El día está de sur y el cielo amenaza agua. Sobre las diez estamos entrando por boca y nos encaminamos al primer trabajo del día. Vamos a modificar el acceso al pozo del péndulo.

La primera vez que se forzó el paso de hizo a través del conducto más directo, pero se cambió al ser muy estrecho y con salientes que hacían difícil la progresión. La línea que habíamos utilizado se desviaba hacia uno de los extremos del conducto, el cual tiene mayor amplitud, otro está lleno de piedras encajadas con barro. Esto hace que a medida que vamos pasando las piedras se van desprendiendo generando situación de riesgo. Hoy nos hemos decidido a agrandar el paso que se utilizó la primera vez. Primeramente, bajamos para desmontar la cuerda para evitar que se dañe con las piedras que seguro vamos a tirar. Atacamos la estrechez con todas nuestras fuerzas. Después de un arduo trabajo conseguirnos quitar una laja y el paso queda bastante correcto. Ahora bien, el problema no lo hemos solucionado porque descubrimos que el nuevo paso esta justo debajo de un montón de piedras y barro medio concrecionado que con mucha facilidad de desprende.

No queda otra que limpiar totalmente el paso. Después de casi dos horas de tirar piedras quedamos satisfechos con el trabajo realizado. Dado que adecentar el acceso al pozo nos ha costado más de lo que estimábamos en un principio, modificamos el plan de acción ya que no nos va a dar tiempo a bajar hasta el fondo de la torca. Decidimos que siendo la hora que es lo mejor es modificar algunas instalaciones que tenemos pendientes.

Ponemos una cabecera nueva en el pozo de la caracola. La sacamos más a la vertical para evitar las piedras y ponernos una anilla con doble cadena cosida a la cuerda. Asimismo, procedemos a rectificar los fraccionamientos del pozo.

Después de reponer fuerzas nos dirigimos al Meandro de los Humos dónde también queremos modificar la instalación para evitar las piedras. Retiramos la cuerda y nos ponemos en modo Pedro Picapiedra y Pablo Mármol. Tiramos toneladas de piedras y dejamos el acceso a falta de que Peseta lo alicate. Una vez eliminado el riesgo que constituían todas aquellas piedras sueltas, procedemos a continuar la instalación de progresión hasta de final del meandro. La verdad es que queda bastante cómodo y nos da acceso directo al Pozo del Anfiteatro. Ahora vamos a poder subir con mayor comodidad.

El reloj nos indica que ya es hora de volver a la superficie. No hemos avanzado en la exploración, pero hemos eliminado riesgos y ahora vamos a movernos de forja más cómoda. Al salir nos vuelve a recibir un viento sur qué ha arreciado, pero al menos no nos vamos a mojar.

 

PIEDRA PARA VERO

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pixi)
  • Rodolfo Ruiz (Peseta)
  • Verónica Mateo
  • Alfredo Corral
  • Víctor Pérez

GBT-624 TORCA DE LOS HUMOS

Quedamos a las 09.00 en la plaza de Arredondo, cuando nos juntamos los tres coches subimos al parking de Tonio.

Hace buenísimo y nos cambiamos tranquilamente, la garma está especialmente bonita con los prados de color verde intenso. Repartimos el material y ponemos rumbo a la torca.

Sobre las 10:30 estamos colocándonos los bártulos en la entrada y comenzamos el descenso a la Cloaca donde lo dejamos la semana pasada, esta vez bajamos con dos brocas nuevas.

En el Pozo de las Caracolas para acceder a la nueva línea hay que atravesar un pequeño pasamanos de acceso a la vertical, al no estar muy pisado, no sabemos de dónde, pero una piedra se desprendió y golpeo a Vero que se encontraba en un fraccionamiento del pozo, la golpeo en el hombro. En la base del pozo se evalúa el golpe y se decide que Vero acompañada de Peseta se salgan al exterior, por lo que nos pasan el material que bajan y comienzan el ascenso lento porque Vero está dolorida y no puede yumarear bien. Sobre las 14:15 llegan a la calle. Los otros cuatro continuamos hacia abajo a terminar lo que dejamos a medias la entrada anterior.

En tres horas de trabajos intensivos conseguimos abrir paso y que sea cómodo de transitar por él.

En la base de este pozo de unos 7 metros nace un meandro que a los dos metros necesita de otra desobstrucción.

A las 16:45 comenzamos el ascenso y llegamos al coche sobre las 21:30.

ZULO:

En la Cloaca queda cuerda de 10 m. barra de uñas y una maceta.

Base del Pozo del Estado de Alarma: cuerda de 60 metros, 20 metros, 6 chapas, 2 anillos, 2 anillas, 2 cintas, 6 mallones y 8 multimontis.

En la escalada al Pozo paralelo del Estado de Alarma dejamos 30 metros de cuerda, 4 chapas, 4 mallones y 10 multis.

 

Y SE NOS ROMPE LA WIDIA

  • Jose Miguel González (Josemi)
  • Luis Ángel González (Pixi)

GBT-624 TORCA DE LOS HUMOS

Llegamos a las 09:00 al parking de Tonio como es habitual. Acordamos que en esta entrada vamos a reequipar un línea nueva en el Pozo de las Caracolas lo más alejada posible de la caída de piedras y de los goteos de agua, que en días de fuertes lluvias cae una cascada. También tenemos intención de bajar a la Cloaca a seguir desobstruyendo.

Estamos sobre las 10.15 en la entrada de la torca, esta semana hace medio bueno comparado con las dos semanas anteriores. Nos cambiamos tranquilamente comemos algo y nos metemos “pal bujero”.

Para la una del mediodía ya tenemos instalada la nueva línea de las Caracolas, el pozo queda instalado con 4 fraccionamientos. Una vez terminada la labor continuamos hacia la Cloaca. Cuando llegamos directamente nos ponemos manos a la obra, y comenzamos la desobstrucción. Al tercer agujero que hacemos con el taladro notamos que la broca empieza a funcionar mal, cuando la miramos detenidamente, observamos que la punta se ha quedado completamente plana, se ha quemado desapareciendo hasta la punta de Widia.

Seguimos acomodando la zona a base de maceta, corta fríos y barra de uña.

A las 18:00 comenzamos el ascenso, lento porque subimos muy cargados. Cuando llegamos al Pozo del Anfiteatro cae una cascada de agua que nos hace saber que en el exterior ha cambiado el día y está lloviendo. A las 21:00 llegamos al coche.

 
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